MARCA.COM
El penúltimo desafío del ciclista enamorado
- El chileno, que no se habla con
sus padres por dedicarse al ciclismo, afronta una nueva experiencia en
Dinamarca ·Su objetivo es disfrutar de la regularidad que le pueda llevar
a los Juegos Olímpicos ·En octubre ganó una medalla en los Panamericanos
cuando todavía era propiedad de Movistar
Nacho Labarga 19/04/12
Existen diferentes maneras de amar
una profesión. La de Carlos Oyarzún (Santiago de Chile, 1981) es incondicional.
Tanto que el ex corredor de Movistar rompió la relación con su familia por
dedicarse al mundo del pedal. Sus padres (físico nuclear y oficial del
ejército) nunca entendieron su vocación deportiva. Para ellos lo importante era
estudiar. Pero el chileno, que terminará la campaña en el J.Jensen-Sandstod Salg
Og Event, decidió emigrar a España con una bici que le compraron los familiares
de su novia. El ciclismo pudo con todo.
A las órdenes de Unzué el menudo
corredor consiguió una de sus máximas aspiraciones: disputar una gran vuelta
Después de una batalladora carrera
por conjuntos humildes como Camargo, Ciudad de Oviedo, Diputación de León,
Tecos-Trek y Supermercados Froiz; el chileno encontró su gran oportunidad en la
élite el curso pasado en Movistar. A las órdenes de Unzué el menudo corredor
consiguió una de sus máximas aspiraciones: disputar una gran vuelta. Oyarzún se
convirtió así en el primer ciclista chileno en participar en el Giro de Italia.
Pese a todo, no pudo convencer al técnico navarro para permanecer en la
escuadra telefónica en 2012.
Tras superar la enfermedad de su
hija y todos los contratiempos que le hicieron sufrir en 2011, Oyarzún ha
recuperado la ilusión y ha recargado las pilas para el que es su gran desafío
desde hace muchos años: estar presente en las Olimpiadas de Londres. El chileno,
que ya ha pasado la barrera de los 30, sabe que no le queda mucho tiempo en el
mundo del ciclismo y que debe aprovechar al máximo las ocasiones que se le
presentan. Por eso se ha buscado las habichuelas en el conjunto danés que
lidera el ex corredor Michael Sandstod.
Sueño olímpico
La crisis que azota el ciclismo en los últimos tiempos provocaron que Oyarzún
se quedara sin equipo este curso. Acostumbrado a los contratiempos, el chileno
no se vino abajo y siguió entrenando con la pasión que ha mostrado siempre
hacia una profesión por la que se esmera en dignificar. Su 'otra familia', la
de su mujer, ha vuelto a resultar clave en la recuperación anímica de un
corredor que promete dar más guerra que nunca. Primero consumando su anhelo
olímpico. Después volviendo a ganar la Vuelta a Chile dos veces consecutivas
antes de retirarse. Ambición, ganas e ilusión no le faltan. Su nueva escuadra,
de categoría continental, intentará que así sea. No le importa que no sea un
equipo de primer nivel. "Siempre preferí ser cabeza de ratón que cola de
león".
Vídeo de la Vuelta Chile: Campeonato Nacional de Ruta 2012